La capacidad de reconocer y controlar los factores de riesgo es la piedra angular de la medicina moderna. Por ejemplo, el manejo de la presión arterial y el colesterol en suero elevados ha ayudado a revertir el número creciente de muertes a causa de enfermedad cardiovascular y parálisis cerebral en países desarrollados. Esto es, en principio, porque la gente adopta el ejercicio, las dietas sanas y, en algunos casos, los medicamentos, para ayudar a reducir el colesterol en sangre y la presión arterial.
La osteoporosis puede combatirse de un modo similar.
La osteoporosis es una enfermedad crónica y debilitante en la que la masa y calidad de los huesos se va deteriorando. Éstos se vuelven porosos y frágiles, el esqueleto se debilita, y el riesgo de fracturas aumenta considerablemente. La pérdida se produce “silenciosamente” y progresivamente, sin síntomas aparentes hasta que ocurre la primera fractura, en particular en la muñeca, columna o cadera. Las fracturas por osteoporosis afectan negativamente la calidad de vida y causan dolor, disfunción y, en el peor de los casos, la muerte. No debe subestimarse el impacto de la enfermedad en los familiares, quienes deben dedicar tiempo y energía para ayudar a un miembro de la familia que carece de autonomía.
Alrededor de una de cada tres mujeres mayores de 50 años sufrirán una fractura por osteoporosis (más que cáncer de mama) así como también uno de cada cinco hombres mayores de 50 años (más frecuentes que cáncer de próstata).
Los años claves para el desarrollo de la masa ósea son durante la niñez y la adolescencia. En ambas etapas, la formación de hueso nuevo es más rápida que la remoción de hueso viejo, con lo cual, los huesos se vuelven más grandes y densos. Este ritmo continúa hasta los veinticinco años aproximadamente cuando suele alcanzarse el pico de masa ósea (densidad ósea máxima).
En general, la pérdida de tejido óseo comienza después de los 40 años.
En las últimas décadas, los médicos e investigadores han recabado mucha información sobre diversos factores de riesgo para las osteoporosis.
Muchos de esos factores pueden ser reducidos mediante la acción individual, pero los que no pueden ser reducidos mediante cambios en el estilo de vida pueden, sin embargo, ser disminuidos a través de otras medidas tendientes a aumentar la salud ósea.
Factores de riesgo modificables: 1. Alcohol, 2. Tabaquismo, 3. Bajo índice de masa corporal, 4. Mala alimentación, 54. Trastornos alimenticios, 6. Escaso ejercicio, 7. Baja ingesta de calcio en la dieta, 8. Deficiencia de vitamina D, 9. Caídas frecuentes.
Factores de riesgo fijos: 1. Edad, 2. Sexo femenino, 3. Antecedentes familiares, 4. Fracturas previas, 5. Raza / Etnia, 6. Menopausia / Histerectomía, 7. Tratamiento prolongado con glucocorticoides, 8. Hipogonadismo primario / secundario en hombres.
Dr. Norberto Quagliato
Médoco Reumatólogo
Centro Médico Dr. Rivero Covre
La osteoporosis puede combatirse de un modo similar.
La osteoporosis es una enfermedad crónica y debilitante en la que la masa y calidad de los huesos se va deteriorando. Éstos se vuelven porosos y frágiles, el esqueleto se debilita, y el riesgo de fracturas aumenta considerablemente. La pérdida se produce “silenciosamente” y progresivamente, sin síntomas aparentes hasta que ocurre la primera fractura, en particular en la muñeca, columna o cadera. Las fracturas por osteoporosis afectan negativamente la calidad de vida y causan dolor, disfunción y, en el peor de los casos, la muerte. No debe subestimarse el impacto de la enfermedad en los familiares, quienes deben dedicar tiempo y energía para ayudar a un miembro de la familia que carece de autonomía.
Alrededor de una de cada tres mujeres mayores de 50 años sufrirán una fractura por osteoporosis (más que cáncer de mama) así como también uno de cada cinco hombres mayores de 50 años (más frecuentes que cáncer de próstata).
Los años claves para el desarrollo de la masa ósea son durante la niñez y la adolescencia. En ambas etapas, la formación de hueso nuevo es más rápida que la remoción de hueso viejo, con lo cual, los huesos se vuelven más grandes y densos. Este ritmo continúa hasta los veinticinco años aproximadamente cuando suele alcanzarse el pico de masa ósea (densidad ósea máxima).
En general, la pérdida de tejido óseo comienza después de los 40 años.
En las últimas décadas, los médicos e investigadores han recabado mucha información sobre diversos factores de riesgo para las osteoporosis.
Muchos de esos factores pueden ser reducidos mediante la acción individual, pero los que no pueden ser reducidos mediante cambios en el estilo de vida pueden, sin embargo, ser disminuidos a través de otras medidas tendientes a aumentar la salud ósea.
Factores de riesgo modificables: 1. Alcohol, 2. Tabaquismo, 3. Bajo índice de masa corporal, 4. Mala alimentación, 54. Trastornos alimenticios, 6. Escaso ejercicio, 7. Baja ingesta de calcio en la dieta, 8. Deficiencia de vitamina D, 9. Caídas frecuentes.
Factores de riesgo fijos: 1. Edad, 2. Sexo femenino, 3. Antecedentes familiares, 4. Fracturas previas, 5. Raza / Etnia, 6. Menopausia / Histerectomía, 7. Tratamiento prolongado con glucocorticoides, 8. Hipogonadismo primario / secundario en hombres.
Dr. Norberto Quagliato
Médoco Reumatólogo
Centro Médico Dr. Rivero Covre
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