Años atrás, cuando sólo se encontraba lo “artesanal” en ferias y muestras, Soledad tuvo la idea de alquilar un local para vender lo que se fabrica con las propias manos. La idea era alocada, con pocas expectativas económicas, pero con el sueño interno de poder expresarse, y mostrar en una pequeña vidriera lo que ella creaba.
La pintura, los pinceles, la combinación de colores, las texturas, la madera, los diseños, todo le producía fascinación; hasta hacerla olvidar de todo lo que la rodeaba.
Pero este sueño superó sus expectativas y siguió creciendo. Así se creó un grupo de trabajo que comparte esta pasión por el arte, incluyendo la creación de muñecos, pintura sobre madera y porcelana fría, para poder cumplir con los pedidos de souvenirs que son el fuerte del negocio, para satisfacer los gustos de los clientes.
Ellos mismos se convirtieron en fanáticos, generando una nueva propuesta que dio nacimiento a los cursos donde se combina aprendizaje con amistad. Hoy, personas especializadas dan cursos de porcelana fría, muñecos soft, muñecos country y pintura decorativa sobre madera, abiertos a todo adulto que se sienta atraído por esto. Y se mantiene la búsqueda de artesanos que quieran enseñar su especialidad.
Miel Artesanías lleva seis años trabajando y remando en contra de aumentos de materias primas y alquileres. Como consecuencia se debieron mudar e incrementar las horas de trabajo y la productividad para contrarrestar todos los aumentos.
“A veces es duro”, comenta Soledad, pero la satisfacción es permanente, cuando cada cliente expresa su alegría al ver los trabajos realizados.
“Uno nunca sabe lo que puede llegar a pasar más adelante, pero dure lo que dure, me puedo dar por satisfecha y agradecer a toda la gente que pasó por este negocio, vendedores, artesano, amigos, ayudantes, alumnas y profesoras, por el empuje brindado”, termina diciendo Soledad.
La pintura, los pinceles, la combinación de colores, las texturas, la madera, los diseños, todo le producía fascinación; hasta hacerla olvidar de todo lo que la rodeaba.
Pero este sueño superó sus expectativas y siguió creciendo. Así se creó un grupo de trabajo que comparte esta pasión por el arte, incluyendo la creación de muñecos, pintura sobre madera y porcelana fría, para poder cumplir con los pedidos de souvenirs que son el fuerte del negocio, para satisfacer los gustos de los clientes.
Ellos mismos se convirtieron en fanáticos, generando una nueva propuesta que dio nacimiento a los cursos donde se combina aprendizaje con amistad. Hoy, personas especializadas dan cursos de porcelana fría, muñecos soft, muñecos country y pintura decorativa sobre madera, abiertos a todo adulto que se sienta atraído por esto. Y se mantiene la búsqueda de artesanos que quieran enseñar su especialidad.
Miel Artesanías lleva seis años trabajando y remando en contra de aumentos de materias primas y alquileres. Como consecuencia se debieron mudar e incrementar las horas de trabajo y la productividad para contrarrestar todos los aumentos.
“A veces es duro”, comenta Soledad, pero la satisfacción es permanente, cuando cada cliente expresa su alegría al ver los trabajos realizados.
“Uno nunca sabe lo que puede llegar a pasar más adelante, pero dure lo que dure, me puedo dar por satisfecha y agradecer a toda la gente que pasó por este negocio, vendedores, artesano, amigos, ayudantes, alumnas y profesoras, por el empuje brindado”, termina diciendo Soledad.
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